El Diagnóstico del Trastorno Bipolar: Primer Paso Hacia la Sanación

Una colaboración de DoblePolaridad: Alegría y tristeza, polos rebeldes e intensos…

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DoblePolaridad

DoblePolaridad, bloguera que fue elegida por ser la autora de uno de los mejores blogs sobre el Trastorno Bipolar del 2017 ha decidido colaborar con nosotros y contarnos cómo ha sido su vida antes y después de recibir el diagnóstico de Trastorno Afectivo Bipolar, TAB. Como nos explica en su historia, todo empezó a cuadrar y tener sentido en el momento en que conoció su diagnóstico y comenzó a entender el por qué de muchos sucesos que había experimentado años atrás. Además, nos habla sobre la "libertad" de poder vivir una vida normal gracias al tratamiento, el apoyo de su especialista y su propio interés por ampliar sus conocimientos sobre este trastorno del ánimo y aprender a vivir con él. En su blog personal, DoblePolaridad relata sus experiencias e historias del día a día con el objetivo de dar a conocer cómo es la vida de una persona que vive con un trastorno del ánimo. ¡Gracias por contarnos tu historia!

Una colaboración de DoblePolaridad. ¡No te pierdas su historia!

Mi primera depresión diagnosticada apareció a fines del año 2001… de ahí, durante 10 años creí tener una depresión como algunos llaman “endógena” o gatillada desde la biología. Era recurrente, todas las primaveras, volver a mi psiquiatra, la Dra. Toti, que fue quien me liberó de aquella primera depresión, y de las que vinieron después. Siempre lo lograba, siempre me sacaba del abismo profundo en que caía. Pero había algo que me ocurría y que yo no relacionaba con ninguna enfermedad, y era que una vez terminada la primavera y “sanada” mi depresión yo entraba en un estado de alegría muchas veces demasiado intensa pero nada le daba luces a ella que mi trastorno del ánimo no era depresivo sino más bien bipolar. Raro… porque siempre me sacaba de mi depresión, yo dejaba de ir a verla hasta mi cuadro siguiente pero nunca me diagnosticó correctamente diciéndome: “Lo que tú tienes es un trastorno del ánimo y se llama trastorno bipolar”. Quizás de haberlo sabido antes habría abordado mi enfermedad de otra forma, mi comportamiento y tiempos de lograr metas habrían sido distintos, y la historia de mi vida habría sido quizás muy diferente. A lo mejor, la Dra. Toti no lo notó en su debido momento, ya que cuando uno está feliz nunca nadie va al doctor (a menos que ya sepas que esa extrema felicidad se deba a alguna enfermedad). Al contrario, cuando te sientes tan bien, en las nubes, creyéndote dueña del mundo y que todo lo puedes lograr, jamás piensas que estás para psiquiátrico, todo lo contrario, el resto es el que está para una visita al loquero, pero no tú.

“Quizás de haberlo sabido antes habría abordado mi enfermedad de otra forma, mi comportamiento y tiempos de lograr metas habrían sido distintos, y la historia de mi vida habría sido quizás muy diferente.”

A fines de marzo del año 2011 tuve un episodio que marcó un antes y un después en mi ficha psiquiátrica… lo que me sucedió y el manejo que le dio la Dra. Toti en su momento me llevó a enojarme con ella y volar a otro especialista. Le pedí un informe con su diagnóstico y sin abrir el sobre donde lo escribió, partí donde un nuevo psiquiatra que me recomendó una querida prima, el Dr. José Manuel (sobre este momento preciso y muchas cosas más hablo en mi blog: DoblePolaridad). José Manuel era un psiquiatra joven, unos pocos años mayor que yo. Llegué a mi primera cita con mi sobre con el informe en la mano, el cual nunca abrí antes de entregárselo. Se lo pasé, me preguntó algunas cosas, le conté otras tantas… ahí entendió todo y su diagnóstico fue lapidario: Paciente con trastorno del espectro bipolar completamente desestabilizada. (Lo que más le llamó la atención fue que yo no hubiera abierto ese sobre antes de ir donde él, todavía no sé qué decía, jajaja…).

Me fui con este diagnóstico a casa. Como no entendía bien de qué se trataba este nuevo diagnóstico, “googlié” (qué haríamos sin “San Google”, ¿no es verdad??? jajaja) hasta que encontré el paper más científico sobre el tema en la web (todavía lo tengo guardado). Como yo había estudiado 2 años de psicología logré entender algo la jerga de ese documento. Lo comencé a leer con mucha dedicación para lograr comprender que era lo que me pasaba y cuando leí los síntomas de uno y otro estado de ánimo, me di cuenta que efectivamente eso era lo que yo tenía, porque cada uno de aquellos síntomas los había tenido yo… TODOS!!!

Por una serie de circunstancias, 4 meses después que empecé a visitar a José Manuel, el 2011, decidí desmarcarme de su terapia y todo lo que lo rodeaba, no era para mí y me estaba sobre medicando. Pero no lo hice para quedarme a la deriva, sino para ir en busca del mejor especialista, y lo encontré, es el único que me ha mantenido estable y ha sabido manejar mi enfermedad. En el presente mi psiquiatra es Dr. Emmet, una verdadera eminencia en el tema y en psiquiatría en mi país, Chile (para que me ubiquen en que parte del mundo estoy… Esta es la primera vez que doy el nombre real de un lugar, porque si leen mi blog, aunque las historias son verídicas, los nombres de personas y de lugares han sido cambiados. ¿Para qué? Para protegerme del estigma de que alguien me reconociera y me crucificara con la connotación negativa que tiene esta enfermedad). Volviendo al tema, Dr. Emmet junto a mi psicóloga de años me ayudaron a salir adelante y a cumplir metas inconclusas en mi vida, entre ellas titularme de abogada.

“Hoy, mirándolo con perspectiva, a partir del diagnóstico de mi enfermedad, mi vida dio un giro en 360 grados.”

Hoy, mirándolo con perspectiva, a partir del diagnóstico de mi enfermedad, mi vida dio un giro en 360 grados. Por primera vez logré ir entendiendo por qué, a lo largo de mi vida, me había comportado de cierta manera y fui comprendiendo mi vida completa. De esta forma logré reconstruirme y ser quien soy hoy, con más momentos de estabilidad que de enfermedad. Actualmente, logro entender la mayoría de mis vivencias, incluso algunas de pequeña, la mayoría, desde el punto de vista de la bipolaridad, porque vislumbré que durante casi toda mi vida había estado actuando a través de este trastorno. Esta enfermedad, que nos desordena los químicos en el cerebro cada cierto tiempo, por períodos cortos y otros más largos, como me enseñó una amiga, no define quienes somos sino como actuamos (@lilithroolz) y entender esto, ayuda muchísimo a liberar las etiquetas que se nos ponen cuando nos diagnostican.

Han pasado 7 años desde el verdadero diagnóstico y debo decirles que he aprendido a convivir con esta enfermedad y a manejarla, pero más que manejarla, aprendí a reconocer mis síntomas, a no dudar ni un segundo en volver a visitar a mi especialista cuando así lo requiero, a nunca olvidar tomarme la medicina y jamás dejarla cuando me siento bien sin el consentimiento del médico. Esta es una enfermedad de por vida y tenemos que estar atentos siempre, para no pasarlo mal nosotros mismos ni hacer sufrir a quienes nos rodean.

“Esta es una enfermedad de por vida y tenemos que estar atentos siempre, para no pasarlo mal nosotros mismos ni hacer sufrir a quienes nos rodean.”

Por último, ya que pronto se acerca el día Mundial del Trastorno Bipolar, quiero compartir con Uds. mis aprendizajes... El mayor de ellos dice relación con que es bueno, para tu sanación y salud mental (aunque suene paradójico), saber lo que padeces y hacerlo consciente pues así puedes manejar mejor tu vida. Por otro lado, además aprendí que aún sabiendo que se tiene trastorno afectivo bipolar también se puede vivir una vida normal, siempre y cuando aprendamos a cuidarnos, a estar atentos a nuestra mente (que juega con nuestros estados de ánimo) y sus síntomas. Pero, lo más importante, aprendí a quitarme la etiqueta… éstas no deben estar presentes en nuestras vidas porque son ellas las que nos enferman más. Estar consciente que se tiene una enfermedad no es lo mismo que andar por la vida con una etiqueta. Una etiqueta te invalida, no te permite avanzar; saber qué tienes, cuál es tu diagnóstico, al contario, te hace tener el control de tu enfermedad y de tu vida.

Nos vemos en una próxima entrada, en este blog o en el mío.


¡Mil gracias a DoblePolaridad por haber compartido su historia con nosotros! Si quieres contarnos tu historia para que la publiquemos en el blog de MyTherapy, no dudes en contactar con Clara.


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