El ahogo y la ansiedad: ¿Cuál es la conexión?

La falta de aliento, los bostezos y suspiros pueden ser síntomas sorprendentes de ansiedad.

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La sensación de ahogo o falta de aliento es mucho más común de lo que te imaginas. El ahogo puede producirse incluso cuando no realizas deportes o actividades que impliquen un gran esfuerzo físico. Además, la sensación de que te falta el aire puede ir acompañada de bostezos o suspiros.

Generalmente, estos síntomas suelen asociarse a pacientes asmáticos o que sufren enfermedades cardiovasculares. Pero en algunos casos, la causa es mucho más inesperada: ansiedad.

¿A qué se debe el ahogo constante?

La sensación de ahogo constante se refiere a una condición clínica llamada respiración de Kussmaul. La respiración de Kussmaul es un patrón respiratorio en donde el paciente respira de forma forzada y profunda. En los países anglosajones, esta sensación de ahogo es descrita por quienes la padecen como hambre de aire.

Uno de los indicadores más importantes del hambre de aire, es que no importa que hagas para aliviar el ahogo, éste vuelve al cabo de unas horas.

Los biomarcadores que suelen acompañar un cuadro de ahogo incluyen la sensación de presión en el pecho, palpitaciones cardíacas aceleradas y ansiedad generalizada. Como es de esperarse, es común que los médicos sospechen que un paciente que sufre de ahogo padezca enfermedades respiratorias o cardiovasculares, como asma, neumonía o falla cardíaca congestiva.

Pero una vez que los estudios de laboratorio y la exploración física realizada por el profesional de la salud descartan el padecimiento de estas condiciones, la causa podría no ser física sino psicológica. A continuación te explicamos un poco más al respecto.

La respuesta de lucha o huida

Si sufres una constante sensación de ahogo, es posible que también padezcas un cuadro de ansiedad. La ansiedad es una respuesta perfectamente natural del ser humano ante amenazas o peligros. Esta se debe a la reacción hormonal que desencadena una respuesta de lucha o huída. Cuando tu mente percibe algún peligro, por ejemplo, una figura desconocida al final de un callejón oscuro, éste responde con los siguientes signos:

  • Pupilas dilatas
  • Visión de túnel
  • Temblores
  • Sequedad bucal
  • Pérdida de audición

Todos estas reacciones corporales se deben a que tu cuerpo necesita preparse par enfrentar la supuesta amenaza, ya sea huyendo lo más rápido posible o peleando. Pero además de adaptar tus ojos y tus músculos para este evento, tu cuerpo se hiperventila. Esto quiere decir que comienzas a respirar de forma rápida y forzada. En principio, esto debería aumentar los niveles de oxígeno en tu cuerpo.

Sin embargo, dado que la respiración es tan rápida, tu cuerpo no tiene tiempo de retener el oxígeno y al final terminas aspirando mucho más dióxido de carbono. Los niveles excesivos de dióxido de carbono son los responsables de la sensación de ahogo que padecemos en periodos de ansiedad.

Es común que cuando hablamos de hiperventilación, las personas piensen que se trata de una reacción dramática. Esto es cierto en algunos casos, como cuando se tiene un ataque de pánico. Pero existen casos en que la hiperventilación se convierte en la forma habitual de respirar para el paciente.

La mayoría de las personas tienden a pensar que la hiperventilación es una reacción bastante repentina y sobre todo dramática. Esto puede ser cierto en algunos casos, como por ejemplo un ataque de pánico. Pero también puede volverse una forma habitual de respirar.

Cuando esto ocurre, el paciente tiende a bostezar y suspirar de manera excesiva para calmar la sensación de ahogo. Pero estas medidas no solucionan el problema. Por el contrario, lo aumentan.

Por si fuese poco, cuando la hiperventilación se vuelve crónica, el ciclo es muy difícil de romper, ya que la sensación de ahogo continúa alimentando la ansiedad subyacente. A esto se le llama, síndrome de hiperventilación.

¿Cómo acabar con el síndrome de hiperventilación causado por ansiedad?

A pesar de que no existe una fórmula mágica para contrarrestar el síndrome de hiperventilación crónica, si que hay un par de técnicas que pueden contribuir a minimizar los síntomas.

El Centro Nacional de Salud del Reino Unido, o NHS por sus siglas en inglés, recomienda las siguientes técnicas para calmar la respiración:

1: Antes de empezar, asegúrate de que te encuentras en una posición cómoda. Cuando estés listo, imagina que tus pulmones están divididos en tres partes. Aspirando por la nariz, visualiza cómo las tres fracciones de tus pulmones se llenan de aire lentamente. Es posible que tus hombros se eleven un poco. Una vez que sientas que tus pulmones se han llenado de aire por completo, exhala lentamente por la boca. Repite el ejercicio tres o cuatro veces.

2: Aspira profunda y suavemente. Mientras lo haces, procura contar hasta 4. Cuando sientas que tus pulmones se han llenado de aire, espera unos segundos antes de exhalar. Cuando estés listo, exhala, nuevamente contando hasta 4. Repite el proceso tres o cuatro veces.

Además de estas dos técnicas, existen muchas otras. Por ejemplo, la famosa técnica de respiración de Buytenko. Todas ellas varian ligeramente. Pero por lo general, coinciden en los siguientes consejos:

  • La respiración nasal es mucho más efectiva que cuando intentamos aspirar por la boca.
  • Es importante utilizar el diafragma y no sólo el pecho.
  • Cuando respiramos, es importante seguir un ritmo para evitar respiraciones asincrónicas o forzadas.
  • Si no te encuentras en una posición cómoda y relajada, será casi imposible regular tu respiración.
  • Evita la respiración superficial.

Es normal que te parezca extraño poner tanta atención en algo que realizas normalmente sin pensar, como es la respiración. Sin embargo, una respiración inadecuada es mucho más común de lo que te imaginas. Siguiendo los consejos mencionados anteriormente, es posible calmar gradualmente la hiperventilación. Al final, respirar profundo y con calma se volverá instintivo.

¿Cuándo deberías ver a un médico?

El síndrome de hiperventilación crónica no es mortal. Pero no es una mala idea visitar al médico las técnicas de respiración pausada no funcionan o si sufres una sensación de ahogo que no te permite ser productivo en el día a día.

Recuerda que el síndrome de hiperventilación puede ser el resultado de un periodo largo de estrés y ansiedad. Aunque hay distintos tipos de desórdenes de ansiedad, algunos de los síntomas más comúnes entre todos ellos son los siguientes:

  • Dificultad para concentrarse
  • Inquietud
  • Irritabilidad
  • Desórdenes de sueño
  • Tensión muscular

Si padeces estos síntomas, una visita al médico no está de más. Para detener la sensación de ahogo constante lo más importante es un disgnóstico temprano.


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